Puebla, Pue.- Fue el pasado miércoles que Valeria, de 4 años, recibió el alta en el Hospital Puebla pero aún se encuentra en recuperación y sin poder caminar, según confirmó su padre, Gerardo Cárdenas, en entrevista para Código Rojo.
El domingo 16 de junio -Día del Padre-, la menor bajaba de la mano de su abuela, por una de las escaleras automáticas de la tienda departamental Liverpool, ubicada en la plaza comercial Angelópolis.
Al final de la escalera, en los peines de la cubierta de acceso, el tenis de Valeria quedó atrapado pero los rieles de guía continuaban trabajando, destrozaron el calzado y alcanzaron uno de los dedos de su pie izquierdo.
La reacción inmediata de su abuela y de su madre que iba detrás de ambas, impidió que el daño fuera mayor.
Gerardo Cárdenas explica que el accidente ocurrió alrededor de las 15:00 horas, y que los gritos de otras personas que presenciaron el accidente, alertaron a personal de la tienda que llamó al médico de la misma.
Después de ser valorada en el consultorio que se encuentra en el sótano de la plaza, Valeria salió del lugar en una ambulancia, acompañada de sus familiares, rumbo al Hospital Puebla, donde un pediatra ortopedista determinó que debían amputarle dos de las tres falanges del segundo dedo del pie.
Aunque ya fue dada de alta, Gerardo Cárdenas reveló a Código Rojo que hay riesgo de que le amputen la tercera falange y por ende, sea sometida a una segunda intervención quirúrgica si no sana adecuadamente.
La fortaleza de su hija le ha ayudado a sobrellevar la situación, sin embargo, está consciente de lo que viene: más consultas, medicamentos, uso de una prótesis, inclusive la ayuda de un sicólogo para Valeria, para él y su esposa.
Hasta el momento, Liverpool se ha hecho cargo de los gastos que el accidente generó; este lunes 24 de junio, se tiene prevista una reunión entre los representantes de la empresa y los padres de Valeria, quienes confían en que se les garantice todo el apoyo necesario.
“No queremos actuar de manera dolosa, no se ha presentado denuncia penal ni demanda civil, pero no lo descartamos si la empresa no se hace responsable de lo que le toca”, señaló Gerardo.
Aseguró que de ninguna manera buscan obtener un beneficio utilizando lo que le pasó a la niña, simplemente una indemnización que debe haber, pues entre otras cosas, a Valeria le gusta el ballet y ahora tienen la incertidumbre de si podrá seguir practicándolo.
“No queremos llegar a lo legal, es desgastante y es exponer a mi hija”.